El término
“Infotoxicación” (unión de información e intoxicación) es, según Alfons
Cornella: el exceso de información. Es recibir centenares de informaciones cada
día, a las que no puedes dedicar tiempo. Es no poder profundizar en nada, y
saltar de una cosa a la otra. Es el resultado de un mundo en donde se prima la
exhaustividad frente a la relevancia.
Los que
confunden cantidad de información con calidad son los más propensos a salir
infoxicados. Estar todo el día conectados a decenas de fuentes confunde más que
informa. La ansiedad por la información infoxica.
Demasiada
información limita nuestra capacidad para comprender. Para procesar mucha
información hay que saberla dominar. Sólo alguien que ha profundizado en una
materia, que ha leído mucho sobre el tema, puede procesar rápidamente
información: sabe lo que es cierto, lo que es probablemente cierto, y lo que es
obviamente falso. Actualmente no tenemos tiempo de profundizar en nada, de
ser expertos, lo que nos daría capacidad
para manejar rápidamente mucha información. Leemos demasiado y entendemos muy
poco de lo que leemos.
Una persona
puede identificar que está "infoxicado" si siente que no puede
manejar toda la información que cree que debería manejar. O sea, cuando la
información que le rodea en su día a día le angustia. Pero hay un síntoma muy
claro: estás infoxicado cuando te resulta difícil leer un texto de forma
pausada, palabra a palabra; cuando lees saltando palabras, porque te has
acostumbrado a leer así en diagonal. Estás infoxicado cuando lees sin entender
lo que lees.
La intoxicación
tiene varias consecuencias, pero quizás su peor consecuencia es que nos
paraliza y nos impide avanzar hacia los objetivos que nos hemos propuesto ya
sean individuales o colectivos como organización; por mera saturación
informativa.
Pero existe una
solución, filtrar o curar los contenidos, datos e informaciones de forma
automatizada y sistematizada.